La perspectiva del enfoque sistémico parte del siguiente supuesto: un sistema comprende a los elementos conectados e interactuantes entre sí, que a su vez integran la unidad en conjunto.
David Easton define a los sistemas políticos como aquellas interacciones por medio de las cuales se asignan autoritativamente (en el sentido de que provienen de una autoridad) valores a una sociedad. El sistema político no se halla aislado, esquemáticamente se puede decir que las interacciones se producen dentro del seno del propio sistema y fuera del sistema, es decir, con otros sistemas políticos.
Para Easton (1969), dichas interacciones operan de la siguiente forma: Se genera un flujo entre inputs y outputs. Los inputs son las demandas y apoyos que el sistema recibe de la sociedad o de otros entes y los outputs son la respuesta del sistema a aquellas demandas. Esto se ha denominado circuito de retroalimentación (feedback loop) y permite a las autoridades sondear el estado del sistema y corregir errores y perturbaciones.
Los elementos del sistema político se pueden reducir a cuatro, que operan en distintos niveles dentro del sistema:
1. Elementos institucionales: Son los órganos e instrumentos que dirigen el sistema y cumplen la función de asignar valores a la sociedad.
2. Actores institucionalizados, en que la sociedad se organiza para transmitir sus demandas o influir o modificar las decisiones de la autoridad.
3. Valores de los individuos y grupos sociales: la cultura política.
4. Otros sistemas políticos de carácter nacional: El escenario internacional.
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